Isla La Tortuga
noviembre 18, 2018
Una probada del poderoso
Caribe venezolano, que me dejó sumergido en inexplicables azules. Esta es mi experiencia en una de las islas que adornan la costa de mi país
Texto y fotos: Eduardo
Monzón
Siempre digo que en la playa
hay que caminar, no importa que resulte agotador por las pisadas en la arena,
pero hay que caminar. Por eso, aunque estoy frente a una franja espectacular de
mar, con arena muy suave y paisaje perfecto, necesito caminar, al este y al
oeste.
Necesito llegar a ese
extremo que veo lejano desde aquí, necesito averiguar si allá está esa foto que
quiero tomar, tengo que saber si de aquel lado el agua es más o menos profunda.
Quiero saber si en ese pedazo de isla solitaria me sentiré más privilegiado por
estar en ese lugar, justo a esa hora.
Por eso he llegado caminando
hasta esta otra franja de arena, muy fina, en donde las olas llegan de ambos
lados. Y siento que puedo pasar horas enteras viendo las formas que dibuja la
espuma, pudiera sentarme solo a escuchar ese sonido que se repite. No tendría
problema en pasar un día intentando memorizar ese azul, que realmente es muchos
azules a la vez.
Ha valido la pena caminar. Vuelvo
al centro de esa playa, sabiendo que me falta el otro extremo y que quiero
regresar a este que acabo de visitar.
En algún momento del día
hace mucho calor, muchísimo calor. Intento refugiarme en la sombra, pero es inútil.
El calor del Caribe me consume, a mí que tanto lo defiendo porque no me gusta
el frío. Entiendo que no debo desperdiciar el tiempo intentando esconderme del
sol, debo salir a su encuentro y nadar en el agua, porque en ese mar, a esa
temperatura, el calor no existe.
Necesito caminar, por eso he
ido ahora en dirección contraria y he llegado hasta un barco que parece abandonado
en la arena, huele muy mal, pero las olas se vuelven muy cristalinas frente a
ese barco, que parece un adorno extra para ese paisaje, que no necesita ningún
otro adorno, pero se da el lujo de tenerlos.
Sigo bordeando esa arena,
que es como un círculo gigante que envuelve toda el agua inmóvil, agua que se
va volviendo cada vez más azul y más perfecta. Qué fortuna haber caminado hasta
aquí y que no haya nadie, solo yo y mi deseo de vivir frente a estos colores de
Cayo Herradura.
Lo
que debes saber
Es muy fácil caer en lugares
comunes al intentar describir La Tortuga: es hermosa, paradisíaca, solitaria,
lejana, llena de agua tibia y días soleados. Y sí, es todo eso y más.
Pero vamos a desglosar esto
poco a poco. La Tortuga es la segunda isla más grande de Venezuela, está deshabitada
y la actividad turística se centra en Cayo Herradura, otra islita más pequeña
pero igual de despampanante.
En este lugar no hay grandes
infraestructuras hoteleras, ni siquiera pequeñas posadas, solo funcionan varios
campamentos que se encargan de recibir a los visitantes y brindarles la mayor
cantidad de comodidades durante 3 días y 2 noches.
La opción ideal es pagar por
un paquete que incluya el traslado desde Caracas a Higuerote (población del
estado Miranda desde donde se navega), una noche de posada en Higuerote,
trasporte marítimo Higuerote-La Tortuga-Higuerote (los precios varían según el
tipo de embarcación y su velocidad), todas las comidas y bebidas, hospedaje en
carpas con colchoneta o camas sobre plataformas de madera, una cantidad
bastante reducida de agua dulce al final del día para una ducha, un comedor
techado, toldos, sillas de playa y traslados en lancha a otros puntos de la
isla.
Yo viajé en un yate no tan
nuevo, bastante cómodo, en el que toma 5 horas llegar a Cayo Herradura. La
salida es muy temprano en la mañana, lo mejor es comer poco, tomar una pastilla
para posibles mareos y procurar dormir la mayor parte del viaje, hasta que el
sol y la emoción del paisaje te despierten.
Además de Cayo Herradura,
pude conocer Boca de Cangrejos, en la propia costa de La Tortuga, es un lugar
ideal para practicar Snorkel. También fui a Tortuguillos, otro cayo cercano que
es maravillosamente perfecto, tiene una playa azul tan bonita que parece
irreal. Puedo decir que Tortuguillos es una de las playas más bonitas que he
visto, no exagero.
Fui hasta allá con Millas
Venezuela (0416-4262753 /
@millasvenezuela) y Ecotur Aventura (0416-2078713 / @ecoturaventura). Dormí y comí sabroso en el Campamento Barlotur (0412-3077387
@barlotur_viajes).
Recuerden cuidarse mucho del
sol, llevar repelente de insectos y mantenerse bien hidratados. Es imprescindible
ser buenos viajeros, respetar el silencio de la naturaleza, no dejar
desperdicios y contribuir de todas las maneras posibles para conservar el
ambiente.
1 comentarios
Me ha encantado tu blog, tienes fotos increíbles y todo me encanta. Tu relato y experiencia fascinantes.
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