Una probada del poderoso
Caribe venezolano, que me dejó sumergido en inexplicables azules. Esta es mi experiencia en una de las islas que adornan la costa de mi paÃs
Ir a esta bahÃa de mi estado natal siempre es un baño de tranquilidad y desconexión, me la paso increÃblemente bien, el tiempo avanza sin preocupaciones y se come muy sabroso frente al mar ¡Patanemo es la felicidad!
Una de mis deudas era conocer la costa del estado Miranda, gracias a mi trabajo con la Asociación Civil para la Conservación de la Biodiversidad Venezolana (Conbive) pude recorrer parte de estas playas y quedar atrapado con esta cara de nuestro Caribe
Recuerdos de mi infancia, el sabor del maÃz blanco, el calor de la noche, las picadas de los mosquitos y el sol libre. Todo se mezcla en esta travesÃa por la inmensidad del llano venezolano.